El jabón de castilla es un jabón que recibe su nombre de la región española de castilla, donde se comenzó a elaborar con el aceite de oliva local. Se sabe que en el siglo vii ya existía una potente industria que elaboraba jabón con aceite de oliva tanto en españa como en italia. Gracias a los insaponificables, el jabón de castilla tiene un alto poder hidratante ya que atrae la humedad y forma una barrera protectora sobre la piel sin bloquear las funciones naturales de ésta. Además no hay que olvidar que, como todos los jabones naturales, también conserva la glicerina natural del proceso de saponificación. El jabón con aceite de oliva tiene fama de ser uno de los más difíciles de elaborar, pero es sin duda el rey de los jabones. Lo más purista es elaborarlo según el tradicional método “en frío” que significa sin aporte de calor. Esto es, mezclando los ingredientes a temperatura ambiente. Este proceso es lento y requiere de cierta experiencia para que el jabón se saponifique adecuadamente y no queme la piel. Pero el resultado merece la pena de verdad.